Smoothies and Juices

98 recetas apetitosas y tentadoras para degustar y disfrutar

LOS BATIDOS A BASE DE LECHE Y LOS ZUMOS DE FRUTAS NO SON UNA NOVEDAD,PERO LA NUEVA GENERACIÓN DE BATIDOS Y ZUMOS REFLEJA UN GRADO DE SOFISTICACIÓN PROPIO DEL ESTILO DE VIDA DEL SIGLO XXI. LAS PREFERENCIAS ACTUALES, UNIDAS A LA NECESIDAD DE LLEVAR UNA DIETA SALUDABLE, HAN DADO COMO RESULTADO INNOVADORAS COMBINACIONES DE SABORES ELABORADAS CON INGREDIENTES FRESCOS.

Los primeros batidos empezaron a elaborarse en el siglo XX, posiblemente inspirados en el ponche de leche del siglo XVIII. Al principio, la leche se mezclaba con todo tipo de licores, en especial brandy, y posteriormente empezó a batirse con helado. Más adelante, la receta se sofisticó con la incorporación de otros ingredientes como, por ejemplo, frutas. Con la llegada de la extraordinaria variedad de potenciadores de sabor y colorantes artificiales, el batido tradicional degeneró en una mezcla química empalagosa cuyo parecido con la fresa o el plátano era inexistente. Por último, llegó el turno de los batidos elaborados con leche o otros productos lácteos, a los que se añadía fruta u hortalizas; o ambas cosas. Las hierbas y las especias aportaban un toque sorprendente a la mezcla, adecuado tanto para los paladares adultos como para los más jóvenes e inexpertos.

Los zumos de frutas y, en menor medida, de hortalizas, siempre han sido una opción muy socorrida para calmar la sed. Las frutas más fáciles de exprimir, como las naranjas, eran las más habituales y, en general, el zumo se servía tal cual. A veces se le añadían otros ingredientes, por ejemplo, unas gotas de salsa Worcestershire al jugo de tomate. Poco a poco, los zumos de fruta envasados ganaron terreno a los recién exprimidos, porque suponían una alternativa sencilla y práctica. Sin embargo, esta nueva tendencia asoció un aspecto positivo y es que los fabricantes, con la intención de conseguir una mayor participación en el merca- do, empezaron a comercializar zumos combinados, por ejemplo ,a base de diversas frutas tropicales. Hoy en día, debido a la preferencia por los sabores más suaves y la preocupación por llevar una dieta saludable, los zumos de frutas y hortalizas frescas, a menudo en forma de cócteles exóticos, han vuelto a entrar por la puerta grande en las cocinas domésticas.

Así aunque seamos conscientes de lo que nos conviene, no siempre sabemos cómo ponerlo en práctica. Por ejemplo, es de sobra conocido que los nutricionistas recomiendan consumir cinco raciones de frutas y hortalizas al día y quien más quien menos conoce la importancia de empezar la jornada con un desayuno completo. Aun así, el frenético ritmo de vida actual hace que resulte difícil com- paginar la compra y la cocina con las necesidades laborales y familiares. Y aquí es donde aparecen los batidos y los zumos, puesto que pueden ser una contribución valiosísima para resolver este dilema. Se preparan en un santiamén, por tanto no es necesario pasarse horas en la cocina. Rebosan de nutrientes y contribuyen a la ingestión de las «cinco raciones al día» básicas. Muchos recargan las pilas y constituyen toda una inyección de energía para empezar el día o para cualquier momento en el que empiecen a flaquear las fuerzas. Por suerte, los batidos y los zumos son la excepción a la «norma» de que todo lo saludable sabe a rayos.